Los vecinos del resort Palm Beach Mar-a-Lago de Donald Trump han dejado en claro que, como el resto de nosotros, no lo quieren cerca.
Incluso cuando Trump se niega a conceder oficialmente la elección presidencial a Joe Biden (no es que importe), parece estar prepararse en privado para mudarse a Florida , y parece que planea hacer del resort su hogar de tiempo completo.
Sin embargo, sus posibles vecinos han enviado una carta formal a la ciudad de Palm Beach y al Servicio Secreto, afirmando que Trump no puede vivir legalmente allí gracias a un acuerdo que firmó en la década de 1990 que prohíbe el club. utilizado como finca privada o hotel residencial.
Desde el El Correo de Washington :
La actual controversia sobre la residencia se remonta a un trato que Trump cerró en 1993 cuando sus finanzas se hundían y el costo de mantener Mar-a-Lago se disparaba a varios millones cada año. Según el acuerdo, los miembros del club tienen prohibido pasar más de 21 días al año en las suites para huéspedes del club y no pueden permanecer allí por más de siete días consecutivos. Antes de que se selló el acuerdo, un abogado de Trump aseguró al ayuntamiento en una reunión pública que no viviría en Mar-a-Lago.
Trump ha hecho este tipo de acuerdos antes, en los que promete no vivir en un resort a cambio de una exención fiscal masiva, solo para luego tratarlo como una residencia privada para él y su familia. En ese masivo New York Times exposición sobre las décadas de evasión fiscal de Trump, informaron que Trump obtuvo una deducción fiscal de 21,1 millones de dólares por las promesas de conservación que hizo sobre su resort Seven Springs en el condado de Westchester, Nueva York. Parte del trato era que los Trump no podían usarlo como residencia personal, lo que hicieron entonces. Eric Trump, que no es el mejor guardián de secretos del mundo, lo describió hace unos años en una entrevista como su base de operaciones.
Trump ha pasado aproximadamente 130 días en Mar-a-Lago durante su presidencia, dividiéndose en mucho más de 21 días al año. Y a principios de este año ya cambió su lugar de residencia a la dirección del club.
Trump podría haber pensado que estos acuerdos son solo tecnicismos que sirven como lagunas fiscales, pero los vecinos de Mar-a-Lago no se toman las cosas tan a la ligera. Su carta recomienda que la ciudad le diga a Trump de manera preventiva que no puede mudarse, para evitarle la vergüenza de mudarse y luego ser expulsado.
Sí, qué vergüenza sería. Qué terriblemente vergonzoso si todos pudiéramos ver eso suceder.
(vía El Correo de Washington , imagen: Joe Raedle / Getty Images)
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