Hay bastantes personas que se apresuran a señalar que resbalar sobre el hielo nunca es un tema de risa. Es cierto que tienen la mitad de razón en su creencia, pero lo que esos aguafiestas no logran comprender es que todo depende del contexto. Ver, cuando usted caer de bruces tratando de atravesar una superficie helada, no es nada gracioso. Ahora bien, si alguien más, por otro lado, se derrama, entonces, por supuesto, siéntase libre de reír un poco, incluso si este breve momento de disfrutar de la humillación pública de otro está mal visto. Mejor aún, saca la cámara y empieza a filmar a los pobres imbéciles familiarizándose con el hormigón helado que, hasta hace unos segundos, estaba bajo sus pies. Eso es lo que hizo una persona cuando unos desafortunados peatones pensaron que cruzarían una acera congelada con toda su dignidad.
Amigos, no presten atención a esos dos impactantes conos de plástico naranja en medio de la acera. No es como si estuvieran allí como una advertencia para que tenga cuidado con el sendero helado que se encuentra delante de usted o algo así. De hecho, ¿por qué no acelerar un poco el ritmo? Todos tenemos lugares adonde ir, gente que ver, ¡así que apúrate, ahora!
(vía Hipervocal )
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