Cuando tenía nueve años, fui al campamento bíblico. Llevaba más de medio año viviendo en Montana y me había mudado allí desde Ámsterdam, lo que significaba que prácticamente todos mis amigos eran cristianos. Uno de dichos amigos iría a esto llamado Campamento Bíblico, así que para ayudar a salvar el magnífico abismo de un verano infantil, yo también fui.
Mis recuerdos de esa semana están desprovistos de escrituras; en su mayoría consisten en nadar en el lago y comer fajitas de pollo baratas como si fueran manjares. No había crecido en una familia religiosa, así que no estaba comprando lo que vendía el Buen Libro. En cambio, disfruté del sentido de comunidad y en privado mantuve una distancia intelectual de la doctrina (era un pequeño sabelotodo, pero también era lo suficientemente inteligente como para saber cuándo mantener la boca cerrada la mayor parte del tiempo). Incluso como un agnóstico en ciernes, no era lo suficientemente otro para excluir; Yo era un niño y todavía podía salvarme. No me divertí más que en el Campamento Bíblico.
Entonces, podría mentir y decir que la experiencia del campamento de las chicas en Conocemos al diablo también es mío, que me relaciono con él como lo hace el diagrama de Venn de LGBTers criados religiosamente. Podría, pero el diablo no tolera a los mentirosos.
Sin embargo, yo era un adolescente, así que puedo hablar de eso.
Conocemos al diablo es una novela visual de Aevee Bee, Mia Schwartz, Alec Lambert y la gente de la editorial Date Nighto. Para aquellos que no están familiarizados con el término, una novela visual es como elegir su propia novela de aventuras, pero con arte, una banda sonora y mejores perspectivas de citas. Este involucra a tres adolescentes que están atrapados en un campamento de verano vagamente cristiano por portarse mal con chicas mágicas y también tienen que luchar contra el Diablo literal al final de la noche. La escritura de Bee es responsable de hacerte sentir mal cuando (inevitablemente) lastimas a alguien, el arte de Schwartz te hace pensar que te verías lindo borracho, si tan solo alguien te tomara una foto con una cámara de Game Boy, y Lambert establece todo para una banda sonora de sintetizador deliciosamente opresiva.
Para decir eso Conocemos al diablo es acerca de algo es como decir un día, un verano, una adolescencia se trata de algo; puede escribir una narración para que la afirmación sea verdadera, pero se siente un poco deshonesta. El juego ciertamente siente Sin embargo, como algo para mí, y para mí, ese algo es el incómodo infierno de mi adolescencia.
En Conocemos al diablo, hay reglas que deben seguirse, y las figuras de autoridad insisten mucho en hacer saber a todos que serán castigados por infringirlas, pero las reglas en sí mismas nunca se aclaran. Esto es cierto para muchas cosas, obviamente, pero es como adolescentes que nosotros, que I, desarrolló una aguda conciencia de lo estructural e injusto que es.
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Las chicas de Conocemos al diablo son muy conscientes. Los oprimidos, en todos los niveles, son siempre hiperconscientes de las limitaciones que se les imponen. Esto es especialmente cierto en el caso de las chicas del Summer Scouts 'Group West, nuestras heroínas: Venus, Júpiter y Neptuno. Venus se ocupa de las reglas cediendo y disculpándose por cualquier desaire percibido en la primera oportunidad que tiene; Ella responde a las reglas haciendo que todos sean conscientes de cuán conscientes ella es decir, con la esperanza de que la consideren aceptable y la dejen seguir adelante. Júpiter internaliza las reglas; se ha vuelto tan buena en seguirlas o aparentar seguirlas que se convierte en la manifestación física de las reglas y la idealización de sí misma. Neptune, finalmente, patea y grita y jura y se agarra a las reglas cada vez que tiene la oportunidad; Ella define las reglas oponiéndose a ellas y trata de que todos los demás se pongan de acuerdo. su lado.
El extraño e incognoscible sistema de Conocemos al diablo impregna todas las acciones de las niñas, incluso cuando son enviadas fuera del ámbito directo del resto del campamento para encontrarse con el diablo. Todavía se preocupan por los procedimientos correctos y lo que los demás deben pensar de ellos. Pueden estar en una cabaña apartada, pero eso no deshace una década y media de entrenamiento conductual.
¡Tampoco el horror visceral del diablo! Las ráfagas de estática, las sirenas que señalan su llegada (también responsables de la mejor señal de audio en la memoria reciente), el acto mismo de dividir a la pandilla, estas microagresiones satánicas no reemplazan el terror social al que estas chicas están constantemente expuestas. , pero contribuya a ello. Después de todo, fue su campamento de mierda el que les dijo que pasaran la noche en una choza espeluznante como el infierno para tal vez luchar contra Satanás, fue su sociedad de mierda la que los envió a un campamento que se niega a prepararlos adecuadamente para esa pelea. (tres personas no hacen un sistema de amigos), y sigue siendo su Dios de mierda el que aprueba tácitamente, si no exige, todo este lío. Cada fantasma y susto es otra razón para quejarse de la injusticia de todo. A su vez, cada quejido y gemido es otra grieta en la que se desliza el diablo.
De la misma manera, el infierno hormonal que experimentamos como adolescentes, la constante avalancha de amores y odios intensos, esto solo agrava nuestra comprensión de nuestra trampa sistémica. Tenía más de unos pocos amigos en la escuela secundaria que pensaban que el toque de queda era arbitrario y una herramienta de opresión, aunque probablemente no usarían esos términos a menos que se sintieran particularmente dramáticos o prolijos.
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En mi propio caso, dejé que mis calificaciones escolares contribuyeran demasiado a mi autoestima, por lo que una nota baja me enviaría a una espiral de autodesprecio. En el juego, Venus, Neptuno y Júpiter se sienten peores personas por no cumplir con la letra o el espíritu de la ley. En el caso de Neptuno y Júpiter, su romance va en contra de todo lo que les dijeron que era natural, por lo que solo se sienten un poco cómodos actuando según sus impulsos en los momentos más oscuros y privados que comparten juntos y deben soportar el dolor del corazón el resto. del tiempo. Cualquier adolescente, cualquiera persona , sentiría resentimiento hacia los responsables.
La verdad es que el trío de poder realmente no encaja en el mundo de Conocemos al diablo en absoluto. No, en realidad, la choza donde tienen que enfrentarse al diablo es literalmente dos quintas partes demasiado pequeña para ellos. No hay lugar para Venus como niña o una pareja de poder lésbico mitológicamente incestuosa en el mundo de Dios, por lo que se les deja picotear sus cuerpos tanto como sus alrededores. Su malestar en este caso es sutil y típicamente adolescente, muy consciente de su entorno y de las personas que lo rodean, pero muy poco consciente de sus propios problemas. Venus ni siquiera se da cuenta de su incomodidad con el género asignado hasta que se deshace por completo de su forma humana.
Las chicas de Group West hablan de sus frustraciones como si fueran cosas que terminarán con Summer Scouts. Solo tienen que soportarlo hasta entonces, en silencio o no. Para algunos de nosotros, para mí, eso era cierto: salimos de nuestros problemas de adolescencia cuando dejamos de ser adolescentes. Sin embargo, si no puede, el sistema no tiene un lugar real para usted. Los adultos que no encajan en el sistema son disfuncionales y se desconfía de los adolescentes hasta que lo hacen.
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Entonces, Group West se está engañando a sí mismos. Puede que tengan un futuro en el mundo de Dios, en los Verdaderos Scouts (aquel en el que el sistema de compañeros funciona y obtienes secuencias de transformación), pero solo como seres profundamente comprometidos. Ese futuro es uno en el que los demás odiarán quiénes son realmente, en el que se odiarán a sí mismos por lo que realmente son. Ya figuras de autoridad —el Capitán de la Hoguera, Dios— les están enseñando a buscar el mal en el otro o en el otro, el diablo, no en el sistema. Mientras tanto, esas mismas figuras de autoridad asumen el peor de sus cargos.
Como la mayoría de los hombres del saco, el diablo es muy débil. En los primeros tres finales, solo hay una chica que cae en sus garras. Es la niña la que fue excluida, mientras que los otros dos se consolaron el uno del otro. Sin apoyo, The Devil, una de las dulces chicas del Grupo West, se desata: sus heridas emocionales se convierten en poder físico y pierde la forma humana. El cambio se enmarca como una corrupción, como una chica mágica que se convierte en una bruja terrible, si me permiten una referencia. Para su crédito y su fracaso, los dos nunca creen que podría haber sido ella.
Sin embargo, una chica está lejos de ser imparable, incluso si es el diablo. Es porque están juntos que pueden luchar contra el tercero y ahuyentarla. Es porque están juntos que pueden capear el reino de Dios y convencerse a sí mismos de que es bueno. Debido a que dos de ellos se acercaron, no notaron que el tercero dolía tanto como ella. Las amistades son una herramienta poderosa para la supervivencia, pero si no tienes cuidado con ellas, también pueden ser una trampa: un poco de miel que te convenza de que tu situación puede no ser tan mala después de todo.
El diablo se ha ido a la luz de la mañana. Ella podría estar viva (aunque la Sra. Bee tuvo que asegurarme personalmente eso antes de que me lo creyera), pero ella no es parte del final. Dos están juntos y el tercero se lastimó. Dependiendo de quiénes sean esos dos, es posible que esté de acuerdo con eso, es posible que no. Puedo decirte que, cuando era adolescente, solía ser el tercero.
Estos tres finales son un recordatorio de los sacrificios que implican nuestras relaciones, que el resultado feliz es difícil, especialmente si tomamos la premisa que se nos dio al pie de la letra. Son un recordatorio de que, a menos que se tomen medidas deliberadas, una relación vendrá a costa de la otra.
El diablo hace un truco mezquino al tomar solo una chica por final. Ella asume la culpa. Nos hace odiarla por ponernos en contra de una chica que amamos, por convertir a una de ellas en un monstruo. Ella sigue siendo otra, para dos de las chicas y para nosotros, porque ¿en qué individuo cuerdo confiaría? EL DIABLO ? Pero la tragedia de esos finales no es que una niña se convierta en el diablo; la tragedia es que perdimos a una niña para nosotros, para sus amigos. Hay espacio para tres en mi mundo, dice el diablo, y solo dos en el suyo. Si pudieran todas convertido en el diablo, entonces todo estaría bien y elegante, ¿no es así?
Entonces, en el cuarto, final final, eso es lo que hacen. Todos se convierten en el diablo y crean el infierno literal en la tierra. Y los idiotas de South Campus se unen a ellos, todos los niños. ¡Por supuesto que esos niños también odiaban el mundo de Dios! Fueron malos con las chicas precisamente porque de cómo les encarnaban sus reglas. Todos los otros niños están en el Summer Scouts en lugar de Real Scouts por la misma razón que lo fueron Júpiter, Neptuno y Venus: eran los jóvenes problemáticos que necesitaban una medida correccional. Sin embargo, unirse y unirse contra la autoridad es lo suficientemente aterrador cuando solo hay personas de las que preocuparse, mucho menos cuando está involucrado el Dios con G mayúscula, por lo que se hacen enemigos de las personas menos poderosas que aún representan a ese otro para ellos. Así es, en lo más abstracto, cómo se forman las camarillas en la escuela secundaria. Así es como se consume el cambio social.
Se dice contra el anarquismo y el caos que son derrotistas, incluso yo mismo. Si hay un orden mejor posible, ¿por qué tirar todo lo bueno con lo malo? Pero en Conocemos al diablo, todos son felices en el infierno, al menos todos los que nos importan, y el orden apesta. Uno pensaría que Dios, siendo indiscutiblemente real, haría que la religión organizada fuera menos propensa a la farsa, pero Su presencia no cambia nada. Solo hace la pregunta: si Dios odia tanto al diablo, ¿por qué no Él detenerlo, tanto más sobresaliente. Lo poco que escuchamos de Dios en el juego es un sermón acusatorio que tiene la intención de volver amigo contra amigo. El diablo no es más que agradable y acogedor (aunque ese también es siempre el peligro).
El diablo es muchas cosas. Eso es parte de su trato, incluso en este juego. Sin embargo, una de las cosas que ella está aquí es una especie de adultez. La edad adulta del Diablo es la que les niega el sistema, Dios. Todos finalmente pueden deshacerse de sus terribles cuerpos adolescentes, junto con todas sus incomodidades, y liberarse de la horrible institución que los mantuvo en contra de su voluntad. Para mí, esto fue graduarme de la escuela secundaria e ir a la universidad. La escuela secundaria era mi real Campamento de verano e incluso después de todos estos años estoy muy feliz de estar libre de él. Para los Summer Scouts, su graduación a la edad adulta significó transformarse en demoníacas bestias del infierno. En todo caso, tienen más suerte por ello; liberándose de Dios mismo, se liberan de todas sistemas, algo que ninguno de nosotros tiene el lujo de hacer, cómodamente o no.
Así que supongo que lo que intento decir con todo esto es: El diablo está bien conmigo.
Me pregunto qué habrían pensado los consejeros del Campamento Bíblico de que yo dijera eso.
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Alexander Smit dedicó la mayor parte de su filosofía a pensar en películas y comida. Puedes encontrar su escritura en kantianbioethics.tumblr.com y su corriente de conciencia en Gorjeo .
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wynonna earp temporada 1 capitulo 11
